Con los votos favorables del PP, PSPV y Bloc, Les Corts han aprobado una reforma de la Ley de Caza para la legalización del Parany, por ser, según han explicado estos grupos, una modalidad de caza socialmente arraigada, y respetuosa con las aves, ya que puede ejercerse de forma selectiva y controlada ( según afirman desde el Consell).
Desde los Verdes, manifestamos nuestra oposición rotunda a esta modalidad de caza, puesto que constituye un sistema de captura absolutamente masivo e indiscriminado. Teniendo en cuenta que la Comunidad Valenciana es un lugar importante para el establecimiento y desarrollo de miles de especies de aves, algunas de las cuales, se encuentran sometidas a un alto grado de presión ambiental, pensamos que la legalización de este método constituye un nuevo factor que contribuye negativamente sobre nuestra diversidad y riqueza faunística.
No entendemos cómo una mayoría de la representación política de nuestra sociedad es capaz de votar afavor de una práctica que atenta contra una Directiva Europea y que sólo se puede justificar en base a su arraigo social y valor tradicional.
Es "una modalidad de caza tradicional valenciana, reconocida ya en el año 1237, en la Carta Pobla de San Mateu" - afirman desde el Consell.
Y desde los Verdes, reconocemos el valor cultural e histórico de este documento pero, la antiguedad y arraigo de una práctica o tradición, no puede anteponerse al daño ambiental o social que pueda originar. Afortunadamente existen tradiciones y prácticas culturales que han pasado a los libros de historia para no volver a salir de ellos jamás.
Según este razonamiento, es aceptable en base al valor de la tradición, lanzar una cabra desde el campanario de la Polvorosa en las fiestas Magdalenienses, matar un toro con cientos de cerbatanas en las fiestas de Coria, y otras salvajadas similares.
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